Después de tres meses de parón debido a la pandemia que ha sufrido nuestro país con el Covid-19, el sector inmobiliario empieza a retomar su ritmo.
En general y según los expertos, la vivienda de obra nueva se mantiene mejor en el mercado que la de segunda mano, entre otras cosas, porque durante el confinamiento muchos compradores estuvieron en contacto con agencias inmobiliarias que ofrecían servicios a través del teletrabajo. Gracias a ello, se pudieron reservar viviendas sobre plano.
Además, el perfil del comprador ha cambiado y ahora demanda otra tipología de vivienda. Entre ellas, que ofrezca más espacio exterior, es decir, casas que tengan terrazas, jardines o balcones, con habitaciones extra (incluyendo baños), con mejor eficiencia energética, y que los compradores preferirán a pesar de tener que pagar un poco más. De hecho, y debido al auge del teletrabajo, habrá muchos compradores que se decantarán por zonas de periferia, tanto en las grandes ciudades como en municipios cercanos.
Por todas estas razones, los precios en la vivienda nueva tenderán a mantenerse estables.
Por otro lado, encontramos otro tipo de compradores interesados en viviendas de segunda residencia pero para estancias más largas no solo para fines de semana vacaciones.
Por su parte, el mercado de alquiler continúa con la subida de precios, ya que los propietarios que tienen una vivienda en alquiler, no están bajando los precios, es más, los nuevos alquileres que se están efectuando después del confinamiento están a a precios muy parecidos a los que se alquilaba antes del confinamiento.
Que el mercado de alquiler se estabilice o aumente, dependerá de la zona donde la crisis ha pegado con más fuerza, ya que aquí se producirá un descenso tanto en la oferta como la demanda, por otro lado, en las zonas donde menos haya afectado, los precios se mantendrán o tenderán a incrementarse.