Los gastos que conlleva la compra de una casa de segunda mano con hipoteca son diferentes a los que conlleva una compra al contado.
Partiendo de la base de que tras la nueva Ley Hipotecaria que entró en vigor en junio de 2019, el hecho de solicitar una hipoteca supone un ahorro para los compradores puesto que el cliente ha dejado de pagar todos los gastos de constitución de la escritura hipotecaria: notaría, Registro de la Propiedad, gestoría e Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD), así como la reducción de las comisiones para la formalización de la hipoteca, y el único desembolso que tiene que pagar el cliente son los gastos de tasación de la vivienda, necesaria para que el banco conceda el préstamo, hay personas que se deciden por comprar una casa sin hipoteca.
Al comprar una casa sin hipoteca, hay que acudir a un notario para firmar la escritura pública de compraventa para ser inscrita en el Registro de la Propiedad.
Por lo tanto, hay que contemplar estos gastos:
- Gastos de notaría: que se producen cuando se tiene un otorgamiento de escritura pública de compraventa, que están fijados en una normativa que regula los aranceles notariales y cuya cuantía depende del importe del inmueble: los precios varían entre los 600€ y los 875€, dependiendo del precio del inmueble.
- Gastos de Registro de la Propiedad: esta cuantía corresponde con la inscripción de las escrituras tras la firma del notario y oscila entre los 400€ y los 600€.
Asimismo, habrá que pagar los correspondientes impuestos en función del tipo de vivienda que se trate:
- Si es vivienda nueva: el IVA que supondrá un 10% del importe, el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD), que variará en función de la comunidad autónoma pero que oscila entre el 0,1% y el 1% del valor de la casa.
- Si es vivienda de segunda mano: el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, que también depende de las comunidades autónomas y oscila entre el 5% y el 10% del precio escriturado de la casa.